Narraciones de Teodoro: antropología narrativa guarao de Damián del Blanco
El misionero Damián del Blanco, que ha pasado toda su vida en los caños del delta del Orinoco, llegado a la ancianidad, retoma sus papeles en torno a la lengua y cultura guarao que ha dominado perfectamente y decide publicarlos. Así, en 2013, vio la luz su obra Najanamu. Ritual de fertilidad y comunión. Por qué bailan los guaraos (Caracas: UCAB).
En el presente caso se trata de una serie de narraciones que, por muchos años, han estado guardadas en una serie de carpetas que el autor utilizó en el aprendizaje de la lengua guarao. Como él mismo indica, no se trataba de un intento de conocimiento de la cultura guarao, sino del poder apropiarse de la lengua, con la intención «de cuidar y acompañar en su crecimiento humano y espiritual» a los indios guaraos.
El trabajo está basado en unas grabaciones con Teodoro, guarao de Güiniquina, que amenizaron las tardes de sobremesa en Nabasanuca. En ellas, a modo de entretenimiento, se narran hechos y vivencias habidas en la experiencia comunitaria de su pueblo natal. En un interés por dar valor científico a lo narrado, el autor se ha preocupado por respetar lo más posible la sintaxis e idiosincrasia del guarao, así como el tono narrativo familiar efectista que Teodoro, como testigo de las mismas trata de plasmar en su discurso. El mismo fray Damián reconoce como fue un trabajo difícil, «ya que Teodoro hace muchas pausas y paréntesis y da explicaciones que él cree conveniente para que un extraño interprete los contenidos. Más que la belleza literaria se buscó el apego al texto original guarao».
Al tratarse de un misionero, que pretende salvaguardar la experiencia de una tradición y una cultura originaria, no entra —como él mismo señala— en «qué grafía es la más correcta para la transcripción del guarao. Solamente presento las normas que he usado en la transcripción para que algún entendido en lingüística encuentre explicación; a la vez que quiero manifestar que en este trabajo de largos años he pasado por etapas muy distintas en la transcripción de los textos, por eso se podrá encontrar en ocasiones en que haya alguna incongruencia en las mismas».
De manera concreta, la obra recoge un total de veintidós relatos, en los que se ha seguido un mismo esquema: presentación-contextualización del relato, transcripción del guarao y configuración de notas aclaratorias al texto y, por último, traducción al español.Las narraciones van relatando elementos de la vida cotidiana de ese pueblo guarao: saliendo del morichal, los que vivían en la selva, Nojobita del padrastro, El najanamu del padrastro, vayamos por tabaco, viajes de Culí a Mariusa, los quehaceres de papá, el conuco de Crispín, travesía a Trinidad, el garzón y el tucusito, se murió el perro de Crispín, historietas del hermano de Teodoro, la viuda del abuelo Laureano, buena convivencia de vecinos, primera menstruación, la gente de Mariusa, la pereza nos enmabitó, la piscua, a lavarse las canillas, el terremoto, murió la abuela, el flautista. No hay duda que, ya los títulos de las narraciones resultan reveladores, desde su misma simplicidad.
Posteriormente, con vistas a respetar la singularidad del material, puesto que el autor lo tenía ordenado en carpetas, se ha presentado una relación completa de las narraciones, así como el lugar original en que se encuentran. Por último, el trabajo se ha completado con una bibliografía específica en torno al mundo antropológico guarao y un apéndice fotográfico que ubica al lector en ese mundo singular de la cultura guarao que, posiblemente, ya no es la que nos podemos encontrar en el momento presente.
Miguel Anxo Pena González